2013 / 28 julio

Tu otra mitad no existe, es todo marketing…


Mucho se ha escrito ya sobre el marketing personal y/o marca personal en el campo profesional, pero ¿en el campo personal?

Retomando mi entrada “Amor, ¿sabes lo que buscas? ¿encuentras lo que quieres?”, trataremos de poner luz a la primera de las confusiones de las que hablamos.

El planeta está lleno de corazones rotos, de gente que intenta encontrar su media naranja. Su otra mitad, lo llaman. Pero lo cierto es que esta búsqueda está abogada al fracaso. ¿Buscar una mitad?, a caso tu madre cuando te regaló la vida, ¿te dio sólo una mitad? ¿eres media persona y medio qué? (¿¿¿¿lobo, murciélago, araña semidios?????)

 

He aquí el error, lo cierto es que ya venimos enteros y no necesitamos mitades de nada para completarnos. No se trata de completar, sino de COMPLEMENTAR. Si te sientes incompleto, lo primero que debes hacer es conocerte, estudiarte, encontrar tu potencial, tu esencia y lo que te hace diferenciarte del resto de la competencia. Tu marca personal.

Para poder vender algo con éxito es necesario conocer el producto (tú mismo) Para desarrollar tu marca personal, el primer paso es trazar un perfil realista de ti mismo desde un punto de vista objetivo, intentando verte y evaluarte desde fuera. Y con ellos detectar los puntos fuertes y minimizar los débiles.

Aquello que nos gusta hacer es aquello para lo que servimos. En otras palabras, aquello que puede orientarse a lo que sea nuestra misión en la vida. Por consiguiente lo primero que debemos analizar será qué aptitudes innatas  tenemos, encontrar cual es nuestra dominancia cerebral (derecha o izquierda) para conocer las preferencias sobre las que apoyarte al elegir la persona con la que menos chocas y mejor encajas.

Existen creencias limitadoras, aquellas con las que nos han educado, por ejemplo las represora, centrada en corregir tus defectos y hacerte modesto y humilde o por el contrario la soberbia o la arrogancia. Ninguna de estas actitudes son recomendables a la hora de venderte. Has de descubrir esas posibles creencias limitadoras, que te pueden impedir alcanzar o utilizar tu potencial. (Recomiendo la lectura de “Gente tóxica”)

Otros estadios a trabajar para encontrar tu marca personal son tu jerarquía de valores y tu autoaceptación. Para la primera debes analizar su influencia en ti y ser congruente con tu comportamiento. Para la segunda, tu autoestima.

Existen estudios que afirman que aquellas personas que viven en grandes ciudades son más independientes, conservadoras y con tendencia a encerrarse en “su propio mundo”. Por tanto menos acostumbradas a detectar las emociones de los demás. La adecuada relación con las emociones ajenas te permite ser líder, popular, o en nuestro caso, ser amados.

A la hora de conocer a alguien, es fundamental el conocimiento de uno mismo y de sus propias emociones. Reconocerte un sentimiento tan pronto aparece, es la clave de la inteligencia emocional. La capacidad de manejar las emociones propias te ayudará a manejar la de la otra persona y por tanto hacerla sentir bien. La autoconciencia te permite controlar los sentimientos mucho más rápido. La empatía te posibilita captar las necesidades y deseos de los demás.

Todo esto parce algo obvio pero ¿qué es lo que hace a una persona realmente atractiva, deseada o amada?

Analizando perfiles de las personas más “amadas” y deseadas de la historia, observando las fotos que más gustan en las redes sociales y desmigajando las películas que más han marcado la vida de muchos, se puede decir que el secreto no es tan secreto, sino un ingrediente que siempre se nos olvida por su obviedad. Se trata de la capacidad de automotoviación y la felicidad.

Las personas más queridas son aquellas que saben siempre automotivarse pero sobre todo, ser feliz. Aunque no lo creamos la felicidad es más contagiosa que la tristeza. Nuestras posibilidades de ser felices aumentan en un 9% si tenemos amigos felices, mientras que la tristeza se contagia sólo en un 7%. ¿nunca te has enamorado de una sonrisa?

Con todo esto no pretendo decirte que agrades a todos. Soy la primera que lo evito. Estas pequeñas claves además de ayudar a desarrollar tu marca profesional y personal te pueden ayudar a encontrar a esa persona que te complementa, siempre y cuando la estés buscando 😉

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